jueves, 30 de junio de 2016

Me voy, te vienes?


“The moment you doubt whether you can fly, you cease for ever to be able to do it.”“El momento en el que dudas si puedes volar, pierdes la capacidad de hacerlo para siempre”
J.M. Barrie
He decidido que me voy.
¿Te vienes?
No te preocupes, no necesitas hacer las maletas. Donde vamos no hacen falta zapatos, sólo risas.
Nadie te va a preguntar dónde has comprado ese reloj. El tiempo no importa.
Es un lugar donde las cosas que pasan siempre tienen dos versiones: una en la que te sientas a esperar a que cambien y otra en la que tú decides cuándo cambiarlas. A mí me gustan las películas así, en versión original. Sin doblajes, sin dobleces.
Si vienes, si te atreves, no te prometo un viaje tranquilo, pero te puedo firmar ahora mismo y sin letra pequeña unas vistas que no hayas visto antes. ¿Te vale? Allí las penas saben a dos copas de vino que hablan de todo y todo lo arreglan, a calma que todo lo puede, a fuerzas que nunca se rinden. A ti, cuando decides que nada ni nadie puede decirte que no. A mí, que siempre fui más de decir que sí. A buenos días, días buenos y noches todavía mejores.
Lo digo en serio, vámonos. Coge lo que tengas ahorrado y cámbialo por inconformismo aderezado con un poco de eso que te revolotea en el estómago cuando sabes que algo grande va a pasar. Sueña, sueña fuerte y sueña bonito, apúntalo y me lo cuentas por el camino. Ya nos las arreglaremos para hacerlo realidad. Y si no, soñamos bonito otra vez.
Venga, tengo los billetes. Vamos a invadir Nunca Jamás. Quiero verte volar. Quiero verte bailar. Si quieres bailamos. Si quieres, nos reímos del mundo y de quien dijo que no se puede tener todo lo que se quiere. Si quieres, aprendemos a querer todo lo que tenemos, también. Podemos encender una luz que marque el camino hacia donde la vida se ve de otro color; ese que sólo reconoce quien comprende que la vida no está para verla pasar, sino para vivirla. Y que nos quiten lo bailao. Míranos, no bailamos tan mal.
Y para cuando lleguemos, tengo un plan. Te cambio tus peros por un montón de atardeceres a campo abierto. Tú sólo respira. O no respires, que a veces también sobra. Te cambio las apariencias por mil formas de existir que aún no se han inventado. Te propongo un lugar en el que reírse es lo más serio y ser tú nunca valió más la pena.
Te invito a ver lo que pasa cuando no te importa el qué dirán.
Te cambio diez noes por un sí. Te compro las ovejas que no te dejan dormir a cambio de historias que contar. Las oportunidades empiezan aquí.
Te invito a donde la vida siempre es un buen lugar en el que estar, pase lo que pase.
Vámonos. Vamos a invadir Nunca Jamás.
¿Te das cuenta? Hace 15 líneas que nos hemos ido.

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